jueves, 3 de noviembre de 2011

El PADI 2: Vuelta al agua

Después de haberme pasado el fin de semana anterior como el Power Ranger rosa buceando metido en un neopreno rosa y negro, no queda dignidad como para negarse a repetirlo sólo quedaba volver otro fin de semana para terminar el curso de submarinismo.
Al menos ellos tenian casco para que el ridiculo fuese anónimo
Esta vez hicimos más inmersiones y pudimos ver muchísimos más corales y peces, sobre todo peces payaso  asomándose de las anémonas, todo muy Buscando a Nemo otra vez. Ya controlábamos bastante el equipamiento así que cada uno pudo mejorar lo que se le había dado peor la semana anterior. En mi caso el aire.
Alegría al comprobar que las medusas fueron las expuladas de la playa esta semana
El último día ascendí de Power Ranger rosa a Power Ranger negro
Según el instructor respiraba demasiado y por eso me quedaba sin aire antes que los demás. Al final el tema es que me movía demasiado:  uno se sumerge, se crece y de pronto se cree Aquaman, subiendo y bajando sin parar. Una vez controlado esto, ensayamos qué hacer en casos de emergencia con el instructor, que nos puteó de varias maneras nos enseñó a reaccionar ante problemas cortándonos el aire bajo el agua, quitándonos el chaleco inflable…
Recreación de cómo yo creía que se verían mis inmersiones. Error.
Al terminar el finde bajo el agua, de vuelta a la ciudad que ennegrece pulmones a Manila. Como la semana anterior, tuvimos que coger el ferri último modelo y después un autobús. Contra lo que pudiésemos esperar, era un autobús decente con sus pantallas para películas y su generador de frio polar potente aire acondicionado. Era moderno hasta el punto de que, como en las mejores compañías aéreas, disponíamos de servicio de venta a bordo. Así es, cuando la película estaba más interesante llevábamos un ratito de viaje, un equipo de 8 o 9 filipinos subieron al bus para dar por saco y fastidiarnos la película ofrecernos su productos. Atrás quedaron las ventas de refrescos y chocolatinas, estos tocapelotas amigos ofrecían nuevos éxitos del picoteo como huevos cocidos y hamburguesas en bolsa.
Sé que nadie creería lo de los huevos cocidos. Aquí está la prueba.
Haciendo gala del autismo filipino de una perseverancia admirable, es necesario rechazar a cada uno al menos cuatro veces para que, cuando ya no sepas ni de qué va la película, decidan bajarse del autobús. Cuando parecíamos retomar el hilo de la película, la pantalla decidió empezar a emitir en verde y, tras unos minutos así, se plegó y hasta más ver. Con la película echada a perder por segunda semana consecutiva, la mejor opción era pensar en el siguiente evento: Halloween, que, como no da para mucho por sí solo, se meterá con calzador en otra entrada que no tenga nada que ver ya lo resumiré cuando hable de otra cosa.

4 comentarios:

  1. Bueno acuaman, jajaja, ya tienes tu curso de buceo. Enhorabuena por tu ascenso del Power rosa al negro, te lo has currado...esperaremos a ver lo de halloween ansiosamente, cuidate mucho, besotes

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  2. Te he dicho que me encanta??? cuidate y sigue pasándolo tan mal como hasta ahora ;)

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  3. alvaro me encanta!!!!!!ahora ten cuidado que por tus actividades te vas pareciendo a un deportista y mira auxi!!!!!!!

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  4. que clase de persona come huevos cocidos en un bus??????

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