miércoles, 9 de noviembre de 2011

Noches filipinas

La beca del ICEX te da la oportunidad de viajar cual culo inquieto por todo lo que esté a golpe de avion poner tu granito de arena para impulsar el comercio exterior español. Pero no todo va a ser ir de casa a la oficina. Mientras no se esté de viaje habrá que ir de marcha También hay que dejar un huequito al ocio. Al llegar a Manila no tenia ni idea del tipo de fiesta que habría por aquí, así que al día siguiente de llegar, mi compañero Kino y yo decidimos que la mejor manera de averiguarlo era lanzándonos a la calle. Nos habían hablado de un par de sitios famosos que, sospechosamente, los taxistas no conocían. Ahí aun no era yo consciente del alto grado de hijoputismo del gremio este astucia que gastan los taxistas. Por fín hubo uno que nos llevó a la discoteca pero se ve que no acertamos con la hora y estaba vacía, así que el zorro amable taxista se ofreció a llevarnos a otra similar que sí estuviese más animada. Al llegar se me iluminó la cara al leer barra libre y los dos entramos sin pensarlo dos veces. hasta aquí todo felicidad y sonrisas. Sonrsas que se quedaron petrificadas al entrar y ver dos hileras de bancos con un montón de chicas numeradas. Mi sentido arácnido me advirtió que aquello no era un casting de Operación Triunfo estado de shock se terminó cuando las chicas empezaron a alborotarse y a mirarnos nerviosas. Por la edad que tenian, o bien me estaban confundiendo con Justin Bieber o bien era lo más cercano a su edad con lo que habían tenido que tratar en mucho tiempo.

Justin y yo: dos gotitas de agua
Al ver que cuando el taxista hablaba de discoteca animada no se refería a la música, salí del bar, me volvi a meter en el taxi y, muy comprensivo yo, le explique que me referia a un sitio de bailar y beber copas, no de putas otras cosas.

Hipótesis 1: La palabra filipino tiene su origen etimológico en la palabra putero.

Sonreía como que lo tuviese claro, así que le dejamos llevarnos a otro bar, esta vez uno de nuestro estilo, pero que por mis cálculos se encontraba ya en otro huso horario parecía estar demasiado lejos de nuestra zona de Manila. Así fue como dejamos atrás Makati para aparecer en Parañaque, un lugar digno de aparecer en Callejeros muy diferente a donde vivimos. Allí entramos al bar, donde lo primero sospechoso fue que no permitían la entrada con móviles. Una vez dentro y, tras pedir dos cervezas, vi que el taxista había entendido a su manera aquello de "sitio de bailar y beber copas". Efectivamente, en aquel lugar la gente estaba bebiendo copas alrededor de un escenario donde se sucedían chicas bailando streaptease. Se bebía y se bailaba allí, el hombre no había mentido.

Actualización: La hipótesis 1 se convierte en teoría demostrada.

Cerveza en mano y aún sin salir de mi asombro, se nos acerca una de tantas señoras que pululaban por allí para decirnos que volvería con dos chicas muy simpáticas enseguida. La velocidad a la que me inventé que tanto yo como mi compañero teníamos novia formal no tiene nada que envidiar a la velocidad de la luz. Decidimos tomarnos la cerveza y volvernos para casa pero antes de dar un segundo sorbo a la botella aparecieron una serie de maromos que iban dando masajes en el cuello y los brazos al público del espectáculo. Yo ya no sabía ni donde meterme y pensé que aquello no podía ser más surrealista cuando de repente la señora vuelve a hacer un segundo intento de endosarnos dos de sus chicas. Al volver a rechazar la oferta, le digo que nos traiga la cuenta de las dos cervezas para marcharnos a casa y...cuál es mi sorpresa al ver que había un cargo extra de 1.600 pesos. Cuando le pedí explicaciones de por qué me cobraba un servicio que no habia usado, la jodía abuela proxeneta tía me dice que aquello no es por el show sino para contentar a la policia de la zona, ya que no debía de tratarse del local más legal del mundo. Con este argumento me desmontó así que, después de pasar por un cajero porque el sablazo del puticlub de las cervezas nos había dejado sin palabras el bolsillo tiritando y teníamos que pagar el taxi de vuelta, tiré derechito a casa esperando que los siguientes días de fiesta fuesen mas europeos.

Afortunadamente, así ha sido. A partir de entonces he podido ir a varias discotecas típicas, pero no por ello sin putillas camufladas porque está claro que aquí abundan tanto como los mosquitos. Los bares están bien, a los que voy suele haber mayoría de expatriados. Los jueves se va a uno llamado M Cafe que es una terraza al aire libre y después a una de las discotecas como Icon, Time, Republic...donde en la mayoría sólo hay un problema: el tipo de musica. Allí tienen escondidos un grupo de niños aporreando cacerolas ponen música que no sé si es house, techno o qué porque en mi cabeza todo se engloba como chundachunda. El único que he encontrado con música comercial es Republic que, aunque está bastante lejos, solo poniéndome pachangueo a mi ya me han ganado.


Hay una epsecie de plató en Republic, ¿¡cómo no me va a gustar!?
Los demás sitios en los que he estado y he aguantado más de media hora por la música bien, aunque para recordarte que estas en Asia de vez en cuando te sorprenden con alguna historia como esta:

Ella llega, se pega sus cuatro acrobacias en la barrita y, ¡ala!, ¡siguiente!
Como resumen: los sitios de fiesta están bien una vez has elegido los más normalitos y has cogido tu mp3 de Bisbal para ponerte en la discoteca te has acostumbrado a las copas en vasos de fluor diminutas, pero vendría bien un Coyote ZZZ como el de Segovia.
Muy fan del Coyote!!! Tú si quieres, pues también: https://www.facebook.com/pages/COYOTE-ZZZ/262181093827325, a lo loco!!

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