El tercer encuentro filichino en Shanghái dejó el listón muy
alto así que para el cuarto, que se jugaba en Filipinas, tocó sacar la
artillería pesada. Junto a Boracay, el plato fuerte del país es El Nido, en la
isla de Palawan. Además de ser un sitio impresionante, tiene el aliciente de
que no está tan explotado como debería porque está a tomar por culo Filipinas
no tiene la fama de otros países como Tailandia, y mucho mejor porque así las
aglomeraciones de turistas se las quedan ellos.
Esto en China no lo tienen... |
Para llegar a El Nido hay que volar desde Manila a Puerto
Princesa y desde allí tragarse la friolera de 5 horas de furgoneta. Hasta aquí
parece medianamente aceptable pero la cosa cambia cuando compruebas que
cualquier camino de cabras es una autovía al lado de esto y que los filipinos,
en afán de hacer todo más entretenido, han decidido que los números de las
señales de tráfico no sean límites de velocidad sino puntos para el primero que
las pase todas. Así, nuestro conductor, luchador y competitivo donde los haya, decidió hacerse
con el mayor número de puntos en el menor tiempo posible y cerca estuvo de estamparnos conseguirlo, aunque para ello tuviese que reventar algún quitamiedos
de la carretera. Al terminar el rally viaje nos juntamos con los ICEX de
Shanghái, Yakarta y Kuala Lumpur y, como ya era de noche, lo único que pudimos
hacer es ir a cenar, esperar las dos horas que tardaron en traer la cena, y
salir de fiesta por la playa.
De noche ya era bonito, pero nada que ver con el día |
Al día siguiente, con sueño y ganas a partes
iguales, nos montamos en la bangka de turno para empezar a recorrer la zona.
Aquí todo son formaciones de roca negra afilada y llena de vegetación y aguas
de muchísimos tonos de azules pero siempre transparentes y llenas de peces. Hay lagunas,
playas, bahías…y la mayoría encerradas por las rocas o escondidas detrás de
cuevas. Por mucho que se cuente, es imposible hacerse una idea a no ser que se
vea en directo y, a poder ser, desde el agua.
Si desde la superficie el paisaje es increíble, bajo ella es
igual o mejor. Peces de mil especies, estrellas de mar, corales, arrecifes que
se pierden en la profundidad del mar… y medusas, claro. Más de una vez fue
saltar al agua y notar cómo todas se acercan en masa a recibirte, aunque al ser
pequeñas, no hubo desperfectos y pudimos nadar y bucear todo lo que nos dio la
gana.
Y a un minuto nadando de la orilla, un arrecife que no se sabe ni dónde acaba |
Al día siguiente repetimos y cogimos otra bangka para seguir
recorriendo las islas. Aunque todo es muy parecido, no cansa ni lo más mínimo y
sigue dejando con la boca abierta. Tal vez a mí menos que al resto por haber
estado ya en Coron, que es parecido aunque a menor escala, aunque todo Palawan
sigue siendo de anuncio. Este día, además, pude descubrirme al mundo como
nadador manco, porque los espabilados de la bangka me dieron un tubo que se
doblaba hasta meterse en el agua y dejarme sin respiración, por lo que si
quería coger aire no había más remedio que sujetarlo fuera del agua con una mano
y valerme de la otra para nadar. Gracias bangkeros por potenciar mis habilidades
y darme una oportunidad en los próximos juegos paralímpicos, Londres 2012: ¡allá
voy!
Es que da igual lo que ponga aquí, no sé describir esta foto, para qué nos vamos a engañar |
Aunque no está sobreexplotado, los puntos de visita son los
mismos para todo el mundo y es difícil encontrar uno sin gente, aunque tuvimos
la suerte de que en estas fechas se graba Supervivientes Suecia en estas playas
y han copado los alojamientos de la isla, así que hay menos turistas de lo
normal, y más cabezas rubias que de costumbre. La mayoría de las playas donde
se graba el concurso están cerradas pero pudimos ver cómo preparaban una bahía
para un especial del reality y, ni que decir tiene que yo estaba deseando que
llegasen los cámaras y dar paso a la prueba de líder. Como no pudo ser, me
quedé nadando por las playas hasta que unos filipinos nos vieron y, emocionados
por su descubrimiento, nos preguntaron si éramos los participantes de
Supervivientes. No les culpo, siempre he tenido malentendidos con gente que se
resiste a creer que no soy nórdico.
Las rocas, como cuchillos. Supervivientes Suecia no se anda con bobadas. |
El martes se acabó lo que se daba y, para que nos diese
menos pena irnos, diluvió lo más grande así que recogimos los bártulos y
empezamos la vuelta maratoniana a Manila, preparados para empezar la semana en miércoles y rehacer la mochila para el viernes, que la carretera espera de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario